Conversatorio virtual de literatura infantil escrita por mujeres

Interseccionalidades y perspectivas: Literatura infantil escrita por mujeres desde la interpretación y visión de 4 profesionistas de la educación, la literatura, la psicología y la bibliotecaria-narradora oral.


El miércoles 27 de abril del año 2022, el Centro Documental de Literatura Iberoamericana Carmen Balcells (CDCB) y la colectiva feminista Abuelas, Brujas y Sabias, como parte del programa de los miércoles literarios “Mujeres, rutas diversas”, realizaron un conversatorio en torno a la literatura infantil, a propósito del Día internacional del niño. En colaboración con la asociación Urvan’s, ambientadora de transporte masivo, el CDCB se ha subido a sus camionetas con el programa “Crónicas de la Mamá Grande”, para que los usuarios puedan disfrutar de lecturas en voz alta de textos de autoras iberoamericanas, con el propósito de hacer más ameno el tránsito por la ciudad y la invitación a acercarse a la obra de estas escritoras.

     En la actividad participaron Abigail Corona, egresada de la licenciatura en Letras Hispánicas de la Universidad de Guadalajara; Belinda Aceves, maestra en ciencias de la salud pública por la Universidad de Guadalajara y fundadora de la colectiva feminista Abuelas Brujas y Sabias; Elba Edith Ramírez Bañuelos, abogada y egresada de la licenciatura en Letras Hispánicas, maestra en Ciencias de la Educación y estudiante del doctorado en Humanidades de la Universidad de Guadalajara; y Doris López Ambriz, gestora cultural, promotora de la lectura y narradora oral en la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola. 

     La moderación estuvo a cargo de Andrea Mariam Oropeza García, con el acompañamiento en redes sociales de Ana Lilia Larios y con la dirección técnica y la transmisión del conversatorio por parte de Alejandro Reynoso a través del Facebook Live del CDCB.

     Desde la perspectiva de las cuatro profesionales, se buscó la intersección en donde converge un diálogo sobre la literatura infantil. Abigail Corona de la Mora habló de la selección de autoras y sus textos. El cuento que se eligió de Silvia Molina no es como tal literatura infantil, pero habla de la remembranza de la niñez, la ilusión de la infancia y la desigualdad social. Belén Gopegui busca una literatura infantil comprometida, que el niño se involucre con su entorno social y político a través de la lectura. Carmen Villoro habla de su infancia y cómo fue marcada por su traslado de lo urbano a los veranos que pasaba en Veracruz con el mar y la naturaleza. La mayor parte de la producción de Érika Zepeda es literatura infantil, con un lenguaje sencillo.

     Belinda Aceves habló de la psicología a partir del cuento “Casa nueva”, de Silvia Molina, en el cual se demuestra lo que pasa en las comunidades alejadas, sin los servicios urbanos mínimos, desde una infancia, donde lo simbólico de una casa nueva es un vientre nuevo, un ámbito amoroso, de cuidado, de salvaguarda para vivir dentro y fuera de la violencia. En el cuento, el padre promete y no cumple con esas ensoñaciones, lo cual podría dejar a la niña con una idea de dolor permanente, con rencor hacia el papá por “mentirle”; plantea entonces un cambio hacia un corazón nuevo donde se podrían resguardar los derechos de la infancia si el Estado regalara la casa.

     La visión de la educación la abordó Elba Edith Ramírez Bañuelos, desde el cuento “Una zarigüeya en mi mochila”, de Érika Zepeda. Recalcó que la literatura infantil también es literatura y, además, es una posibilidad para educar en y para la libertad. Los niños, desde bebés, son capaces de leer gestos, sonidos, contactos corporales, etc.; hacen una lectura de su mundo y sus pares. Es importante hacerse la pregunta ¿qué hacemos para humanizar a los alumnos a través de la literatura? y, además, cambiar el discurso de “¿entendiste?” para preguntar mejor ¿cómo te sentiste después de haber leído o escuchado el texto?

     La experiencia de la narración oral fue abordada por Doris López Ambriz, a partir del cuento “La media luna”, de Carmen Villoro. Comentó que al leer un cuento en voz alta se tienen que considerar las cuatro personalidades para poder exponer el cuento al público: la personalidad del espacio, la del público que va a escuchar, la propia de quien va a narrar el cuento y la personalidad de la historia. Hay que ser cuidadosos con la selección de los cuentos y considerando el público al que se va a leer, pues todos quienes tienen que ver con el fomento a la lectura tienen la gran responsabilidad de hacer sentir a los niños que los libros y la lectura les pertenecen.

     La actividad virtual tuvo un alcance de 640 personas y hubo 65 reacciones, comentarios y veces que se compartió.