Enrique González Martínez

(1871 Jalisco, México - 1952 CDMX, México)

En el México de hace 90 o 100 años, Enrique González Martínez era el poeta por excelencia y, por qué no decirlo, el que los jóvenes preferían, o sea el poeta de moda. Lo asentaron así lectores tan acreditados como Alfonso Reyes, Pedro Henríquez Ureña, Julio Torri, Jaime Torres Bodet y Jorge Cuesta, quienes vieron en González Martínez al poeta de voz más firme y reposada, el de más clara imaginación, el de más amplia envergadura ética. El paso del tiempo fue decolorando esas apreciaciones, y si a mediados del siglo XX algunos críticos empezaron a poner en duda la vigencia de la poesía de González Martínez, en las décadas finales del siglo ya se daba por sentado que se trataba de un poeta de poco interés, anticuado en la forma y obsoleto en el contenido.

       González Martínez nació en Guadalajara, Jalisco, el 13 de abril de 1871 y murió en la Ciudad de México el 19 de febrero de 1952. Publicó su primer libro, Preludios, a los 32 años, cuando escritores que tenían su misma edad, como Amado Nervo y José Juan Tablada, ya eran famosos en México y en el extranjero. La vida literaria de González Martínez, en ese sentido, fue más lenta, pero también más larga que la de sus contemporáneos.

       Los libros que le dieron fama se publicaron entre 1911, año de Los senderos ocultos, y 1920, cuando apareció la muestra titulada Los cien mejores poemas de Enrique González Martínez. Es, por así decirlo, su época gloriosa, marcada por el gran impacto cultural del soneto “Tuércele el cuello al cisne”, que muchos leyeron como el acta que certificaba la defunción del modernismo rubendariano y anunciaba el nacimiento de una poesía menos decorativa, también menos enfermiza, más profunda y reflexiva que aquella que se tenía por decadentista. Este dictamen, que sin duda sirvió para entronizar a González Martínez en su día, también supuso que se le destronara más adelante.

       Leer hoy a González Martínez implica desafiar esos lugares comunes, tanto los que han servido para enaltecerlo como los que se han usado para menospreciarlo.

Luis Vicente de Aguinaga