Ernesto de la Peña

(1927 CDMX, México - 2021 CDMX, México)

Ernesto de la Peña fue un narrador, ensayista, poeta y catedrático mexicano. Tras muerte de su madre en su primera infancia es adoptado por su tío Francisco Canale, quien poseía una vasta biblioteca para su tiempo. Esa biblioteca no pasó desapercibida por el joven Ernesto, quien mostró una inclinación a las letras y a los idiomas, especialmente la cultura grecolatina y los textos bíblicos.

       Años más tarde De la Peña ingresó a Universidad Nacional Autónoma de México, donde cursó Letras Clásicas y se especializó en griego y latín, al punto de que es aceptado en el cuerpo de traductores del griego y latín reconocidos por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) para participar en los trabajos de la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana, proyecto nacional para la divulgación, traducción y edición de libros bilingües de los textos de autores griegos y romanos de manera accesible para la sociedad en general. Durante toda su vida mantuvo una vida activa de aprendizaje de lenguas tanto antiguas como modernas, así como orientales y occidentales.

       Además, en el área de las humanidades y la literatura destacan sus traducciones de autores como Anaxágoras, Hipócrates, Rilke, Nerval, Mallarmé, Valéry, Ginsberg y T. S. Eliot.

       Fue colaborador en periódicos y revistas como crítico literario y académico de Excélsior, Siempre, Milenio, Siempre! y Vuelta. Fue también comentarista y conductor de programas de televisión y radio: Testimonio y Celebración, Tres minutos con Ernesto de la Peña, Los Tiempos de la Música y Operomanía. A partir de 1993 fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.

       Su obra y estilo resalta no sólo sus conocimientos académicos y sacros, sino que converge su habilidad de unir orgánicamente elementos tan clásicos y tropos místicos con situaciones modernas y mundanas. En palabras el mismo Ernesto de la Peña así describe su poesía:

Mi poesía, la poesía de Ernesto de la Peña, o sea yo, es una poesía generalmente triste, de despedida, de ausencia, de dolor, de muerte, porque, para mi propia desgracia, he tenido muchas pérdidas. Y sobre todo al reflexionar sobre la vida tan maravillosa, tan vivible, tan única, uno tiene que pensar en el final de la misma y eso a mí me ha contristado siempre. Mis poemas más bien hablan de ese final… predomina en lo que yo escribo esta despedida interminable (2011, en descarga cultura UNAM).

       Ernesto de la Peña murió a la edad de 84 años y en el mismo año se le otorgó, de manera póstuma, la medalla Belisario Domínguez por parte del Senado de la República. En la actualidad su colección bibliográfica, de cerca de seis mil ejemplares, es parte de la fundación Telmex y se conserva desde 2012 en la biblioteca que lleva su nombre en la delegación Álvaro Obregón en Ciudad de México.