Lectura de obra propia en voz de Jaime Jordán

El pasado lunes 07 de abril del presente año, el escritor Jaime Jordán nos acompañó para compartir y leer su obra en voz alta con el público asistente. El evento se llevó a cabo en el salón Shanghái ubicado en el 5° piso de la biblioteca pública Juan José Arreola, como parte del Programa Jalisco en las Letras, y organizado por el Centro Documental de Literatura Iberoamericana Carmen Balcells.

     El poeta Jaime Jordán ofreció una presentación memorable en la que compartió su experiencia creadora, además de leer en voz alta algunos de sus poemas más importantes, rescatados del libro Los monstruos que nos miran desde el cielo y de la plaquette Piano esquizofrénico. Cabe recalcar, que la poesía del originario de Zapotlán el Grande está marcada por una voz crítica, urbana y radicalmente honesta, con él no hay dobles tintas, y es por eso que poco a poco se ha consolidado como una de las voces más singulares de la poesía jalisciense contemporánea.

      La selección de lectura en voz alta se inscribe en la tradición de la antipoesía latinoamericana, desmontando las formas tradicionales del discurso lírico para enfrentarse a la realidad con crudeza, sarcasmo y una mirada profundamente crítica. Renuncia a la solemnidad y a los adornos retóricos para proponer una voz cercana, irreverente, que abraza lo incómodo, lo absurdo, lo político y lo cotidiano.

     En sus textos, el autor combina la introspección, la ironía y la exploración de los límites del lenguaje, en un diálogo constante entre naturaleza y tecnología como reflejo de la condición humana actual. Su poesía no busca consolar, sino provocar y sacudir. Su lenguaje, directo y lleno de humor negro, aborda temas como la violencia, la pobreza, la religión, el poder, la muerte y el desencanto de la sociedad contemporáneo.

     Además de poeta y narrador, Jaime Jordán ha colaborado con el proyecto Uyulayu, una plataforma de experimentación literaria y colectiva donde convergen poetas, narradores y artistas visuales. En ese espacio, Jordán ha podido compartir también esta especie de laboratorio de palabras en donde puede conectar con lectores y colegas, permitiendo que la literatura trascienda el papel y se convierta en una experiencia compartida.

     Desde la raíz de lo que representa su pueblo hasta la memoria de los cerros de Zapotlán, Jordán encarna una búsqueda incesante de libertad, lucidez y belleza en medio de la incertidumbre. Su intervención poética en Jalisco es un acto de resistencia poética, un llamado a mirar sin filtros y a imaginar sin concesiones.